Escrito 3: La Sirenita, ¿cabaña o castillo?
Serie: Los Huevos del Perro, una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.
Sufrir es doloroso y no lo digo por que me encante poner sal en la herida de La Sirenita, sino porque hay veces en que las historias por mas que queramos que inmediatamente tengan un semi final feliz o qué mejor, un final feliz con príncipe azul, castillo y carruaje a la puerta, lo que sucede es diferente, pues nos encontramos paradas en el medio, volteamos a ver a un lado y vemos al príncipe y al castillo a lo lejos, volteamos del otro lado y vemos una cabaña sacando humo de la chimenea bajo un paisaje sombrío y aburrido, de la cual acabamos de salir corriendo.
¿Qué sucede cuando estamos justo en el medio?, en el momento de tomar la decisión de correr hacia el príncipe y dormir como princesa en el castillo o regresar a la cabaña bajo el paisaje sombrío a dormir en la misma cama de siempre.
En el medio, en el momento de la decisión, es cuanto todo pasa, cuando ocurren las historias y sobre todo es cuando el dolor nos jala hacia la cabaña y nos llena de temor hacia el castillo.
Sufrir es doloroso, más, cuando te sientes sola y no sabes lidiar con la soledad.
La Sirenita se ha valido del esoterismo yéndose a leer las cartas y escuchando un futuro promisorio digno de envalentonar a cualquiera, ha llorado, ha padecido y ha dudado, ha dudado mucho y en esa duda se está gastando el combustible de energía que le proporcionó el esoterismo.
La separación de La Sirenita era un divorcio definitivo, pero momentos que se convierten en semanas hacen de este proceso una separación y nada más. La Sirenita debe dar un paso hacia delante, ¿pero de dónde saca las fuerzas?, ¿de dónde se agarra si económicamente no esta estable?, ¿de dónde se dice a si misma, volverás a ser feliz si ahorita todo es gris y el panorama es peor que incierto?, ¿de dónde adquiere la seguridad para decir, voy a volver a enamorarme?.
¿Cuáles son los secretos de las despedidas?, ¿de dónde se adquiere esa fuerza para cargar el combustible, no para dar un paso, sino para correr hacia la solución? La solución sin duda es el divorcio, la separación es el problema, es vivir en una cuerda floja que poco a poco va perdiendo la tensión y corre el riesgo de romperse brutalmente.
La Sirenita está separada y se pregunta: ¿regreso a mi matrimonio o me divorcio?
Una interrogante que advierte millones de respuestas dependiendo de donde la queramos ver. La sirenita es la única que puede responder ante esta separación ya que sufrir es doloroso. Una separación es sufrimiento y es muy arriegado vivir sostenida de esa cuerda floja, porque mientras menos valor se tiene, menos fuerzas nos quedan y entre menos fuerzas tengamos, ¿de qué nos podemos valer para salir adelante?
Sirenita solo tengo una pregunta para ti: ¿Cabaña o Castillo?
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