30 de mayo de 2010

Escrito 10: Carlota, Fabio y el poder. Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.



Escrito 10: Carlota, Fabio y el poder
Serie: Los Huevos del Perro, una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.

Carlota y Fabio se quedaron en México como ustedes ya saben, junto con mi sentido de búsqueda de responsabilidades. Ahora, me encuentro en Xalapa analizando y viviendo de cerca la lucha por el poder, donde los colores primarios se encuentran en guerra por encabezar las encuestas preferentes de los electores.
Carlota, Fabio y el poder: Carlota y Fabio son mis dos peces beta, dos seres de menos de diez centímetros que se encuentran bajo mi responsabilidad. El poder y su conquista traen consigo mucha responsabilidad en cuestiones de estrategias tecnológicas, ideológicas y ce conducta.
Carlota, Fabio y el poder, resumen en tres palabras la sed por gobernar. Para los que han leído mi columna semanal y conocen la historia detrás de Carlota y Fabio, pueden asociar como el poder esta semana se mezcla a este juego de palabras de manera anecdótica, señalando lo que sucede en cualquier clima electoral sin importar el color y cómo la responsabilidad ciudadana, juega un papel fundamental en la conducta de aquellos que ostentan sentarse en el trono del poder.
Carlota, Fabio y el poder, vaya responsabilidad. El poder cambia a los hombres y no es hasta que el ser humano es poderoso que lo conocemos realmente, pues sale a relucir su verdadero yo. El poder te vuelve voraz, te da sed y es un alimento directo al ego. Ser poderoso, es un ejercicio responsable inmenso y no cualquier ser humano tiene la capacidad de asumirlo y ejecutarlo.
No cualquier gobernante puede lidiar con el poder de ser poderoso. Para asumir el poder, hay que responsabilizarse del ejercicio de conducta del ser humano, pero no basta con que el contendiente busque el poder, el poder se contagia, se esparce, te vuelve rey o reina y cuando uno asume el papel, viene la inmensa responsabilidad de la conducta acerca de cómo gobernar el territorio y sobre todo a uno mismo.
¿Qué se es después de rey?, ¿qué se es después de reina?, ¿cómo se vive cuando te han quitado la corona?, ¿cómo vuelves a convivir con tu propio ser humano, cuando no tienes el poder?, ¿cómo te haces responsable de tu propia madurez, actos y consecuencias?, ¿cómo se aprende a lidiar en medio de un intenso clima electoral con los demonios internos?, ¿cómo me hago cargo de Carlota, Fabio, el poder de la responsabilidad que trae consigo su cuidado y la sed por gobernar mi propia vida?

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