22 de septiembre de 2011

¿Cómo lograr que tu pareja se sienta lo máximo?



Ayer por la noche, después de trabajar en mi libro “Rescátame a muerte” y antes de dormir, hubo un espacio de aproximadamente hora y media en el cual hablé con a very special someone. Los temas fueron varios, pero en una de tantas oraciones que se formularon, llegamos al punto en el que dicha persona debe creerse que es el top of the tops en todo lo que hace. Por que realmente lo es.

Al respecto me comentó que sentirse como tal, es un issue en el cuál debe trabajar. Acto seguido, llegó a mi la inspiración acerca del tema que debía tratar en la columna el día de hoy. Es por eso que hablaremos de las relaciones de pareja, del hombre, la mujer y de cómo trabajar en equipo para conseguir muchas cosas en conjunto.

Así que let´s start¿Cuánto se valora una mujer a si misma?,  una pregunta que nos debemos formular a diario todas las mujeres del mundo, ya que la mujer debe de entender que ella es una princesa por sobre todas las cosas, y por ende, necesita un príncipe en caballo blanco que venga y luche por ella siempre…. no existe otra posibilidad.
Es súper importante entender que si una mujer está esperando que un hombre sea su fuente de felicidad y ella no ha pasado por el proceso de descubrir quién es, para qué esta en este mundo, cuál es su propósito, su misión y su camino, no existirán buenas bases para construir una relación. Si la mujer primero no construye su valor por sí misma, no puede haber una relación entre dos personas.
Si esa conciencia e intención no están claras para la mujer desde el principio, van a salir mil cosas disfuncionales cuando comience una relación con un hombre y las consecuencias serían, que ella va terminar siendo la proveedora y él estará muy cómodo viendo tele, ella cambiando focos y él cocinando…  y como esos ejemplos puedo enumerar mil cosas en las relaciones de pareja que no son como deberían ser.

No es un tema machista el que expongo, es simplemente respondernos lo siguiente: ¿cuál es el objetivo de que la mujer cocine o haga cosas para servir a su pareja? La mujer debe tener muy claro que para el hombre es súper importante que lo atiendan, porque es una expresión del respeto y la admiración que su pareja le tiene, es como decirle: “llegaste a la casa, quiero atenderte”.

Trabajar una relación de pareja desde dicha premisa es un reto y una estrategia que la mujer tiene para proporcionarle energía a su pareja. Es cocinarle, esperarlo, compartir quality time, y de esta manera, la mujer va a activar al hombre.

Ahora, hay que ser realistas al recordar que hoy en día el gran problema se presenta cuando una persona no es espiritual y desconoce los medios para conectar con la energía cósmica, con la fuerza de Dios en su vida, conectarse en pareja con dicha luz. Ahí es cuando las mujeres necesitan que el hombre les provea y por eso se vuelven dependientes en las relaciones.

Cuando uno no tiene claras las reglas básicas de las relaciones, que de hecho es una de las cosas que enseña la Kabbalah, es probable que tengamos el deseo de que las cosas sucedan de cierta forma y nada más no logramos que eso pase. Ya que recibir y conectar con la energía de la luz por uno mismo y no esperar que la energía venga del otro, es un trabajo sumamente difícil. Las relaciones requieren trabajo, retos, ponerse a prueba. Esta tarea algo de dos, no de uno, como cuando alguno de los dos miembros de la relación pasa por un momento difícil y deja de dar lo que la otra persona necesita, ahí empiezan los problemas.

Los seres humanos tendríamos que entender que las relaciones también son un ejercicio para conectar más con la energía, sobre todo cuando el otro pasa por un down. Este es el momento justo en el que la pareja debe entrar al quite y decirse a sí mismo: me voy a motivar más por el o ella, le seré incondicional, y le daré, apoyaré y proporcionaré aquello que esté buscando para así reactivarlo.
Si un hombre está down y su mujer lo aprecia, lo admira y lo trata como si fuera un top, el hombre se va a reactivar, va a ser el top de los tops y va a llenarla de luz y energía.  Si ella lo deja de respetar y lo trata como un cero a la izquierda, el hombre no va a poder crecer y viceversa. Es por eso, que las chanclas vienen en pares y las relaciones son una ecuación de dos individuos, en los cuales uno trabaja en función del otro. Esto es dar y recibir, es crear ese lazo en el que uno no depende del otro, sino que son la fuerza que los mueve.
Es momento que le digas a tu pareja lo que tú quieres que sea. Dile a la persona que está contigo que es la más maravillosa, increíble y talentosa que conoces.  Sólo entonces se convertirá en ello.

La mujer debe tener en claro que al hombre hay que tratarlo como quieras que sea, no decírselo, tratarlo, porque es muy fácil decirlo, y el hecho tratarlo como tal requiere trabajo. También la mujer debe recordar siempre, que los hombres no responden a las palabras, sino a los actos.

Es por eso que si a very special someone quiere trabajar en el hecho de sentirse y ser el top of the tops, no depende sólo de él, sino de su pareja, es un trabajo de dos, de evaluar si esa pareja es la chancla correcta para que el par funcione y los dos trabajen en dar y recibir, en reactivarse y adquirir una fuerza tal, que al trabajar en conjunto sea más grande que ellos y sea la base que los sostenga.

15 de septiembre de 2011

¿Cuál es el rol del hombre y de la mujer en una pareja?



Hace no más de 72 horas me encontraba platicando vía bb msn con una persona, de la cual me gusta que se dé el tiempo para si mismo, que cuide su cuerpo, que se permita mucho tiempo de calidad para estar con su hija, y por el hecho de que respeta sus espacios. En dicha plática le mencioné: “Ya quiero que sea tal día para consentirte MUCHO”, a lo que él me respondió: “Ese mucho en mayúsculas me gustó“.  Mi respuesta inmediata fue: “Depende de ti que el mucho sea en mayúsculas o minúsculas”.

Al día siguiente en mi clase de , Ariel mi maestro, habló sobre el momento en el que se empieza a construir una relación de pareja; mencionó que dicho momento es cuando se atraviesa por el proceso de ganarse las cosas. Justo después de que pronunció esas palabras, algo empezó a cobrar sentido en aquella frase en la cual el uso de las palabras, ya sea en mayúsculas o minúsculas, dependen de que es lo que espera el de la y de lo que la mujer espera del hombre.

Es por eso que la columna de hoy trata de algo que todos creemos saber, pero estoy seguro que no nos queda muy en claro, el cual es el hecho de: ¿Cómo funcionan los hombres y las mujeres en las relaciones?

Existen ciertas reglas básicas a nivel de espíritu en las relaciones de pareja, y si respetas ese funcionamiento natural, tu relación de pareja va a funcionar de diez.
Para poder ser exitosos en cualquier actividad de nuestras vidas, debemos de entender a profundidad la esencia de lo que trata dicha actividad. Por ejemplo, si queremos ser buenos papás, debemos de entender que la esencia de ser papá, es ser papá, no es ser amigo. En cuanto a relaciones de pareja, la cosa es lo más difícil del mundo, porque hay que hacer de dos personas que tienen dos deseos distintos y dos visiones distintas de la vida, uno en armonía que beneficie a los dos y a los que están a su alrededor también, ya que una pareja de verdad, no sólo se alumbra a sí misma, alumbra a todos los que se encuentran a su alrededor.
Para poder entender la esencia de las relaciones de pareja, primero debemos de saber bien quién es el hombre en una relación. La respuesta es compleja, pero sencilla si la analizas, ya que el hombre a nivel de espíritu es un conducto, un canal, que esta a cargo de traer energía y luz a la relación. ¿Qué significa eso? Que el trabajo del hombre es traer energía, meter goles, hacer que las cosas brillen, pasen, que haya abundancia, es estar, dar, hacer e inyectar.

Ahora, ¿qué es la mujer en una relación? El trabajo de la mujer es dejar al hombre que se sienta como un proveedor, para dejarlo sentirse como hombre. La mujer debe dedicarse a ser mujer, siendo como una vasija, un recipiente, en donde el hombre deposita la energía y la mujer toma dicha energía y la regresa manifestada al hombre, mil veces más de lo que recibió.

El hombre quiere ciertas cosas en una relación y necesita ciertas cosas en una relación. Los hombres necesitan ciertas cosas de su mujer y las mujeres ciertas cosas de su hombre. Mencionamos que el hombre es un canal y como dicho canal de luz, el hombre quiere sentirse como la luz máxima.

Es por eso, que el hombre adopta la actitud de: yo hago todo, te soluciono todo, siendo siempre el proveedor y firme en la actitud de lo se todo, lo doy todo… 

¿Qué produce eso en la mujer? Admiración, apreciación y respeto. Porque cuando no te admiran, no te aprecian y no te respetan, se bloquea el deseo de arreglar las cosas, eso no le permite al hombre ser hombre y eso se da cuando tu mujer no te respeta. A fin de cuentas eso es lo que el hombre quiere recibir: respeto, admiración y apreciación, that´s it.

Lo que la mujer necesita, es distinto, ella necesita recibir energía, que le den, que se preocupen por ella, que le hablen, que la llamen y que le digan que esta hermosa, ya que las mujeres están conectadas a los oídos, es por eso que siempre hay que endulzarle el oído a la mujer.

A un hombre no le funciona que le digan que esta guapo y que es un príncipe, para nada. Un hombre sabe en los ojos de su mujer cuando es respetado y admirado y una vez más, that´s it. Por el contrario, la mujer necesita que su hombre sea un proveedor de energía, de atención, de preocupación y sobre todo, de soluciones.

El problema de hoy en día, es que están mezclados los roles, lo cual no quiere decir que sea una contradicción, ya que la mujer puede trabajar y ser productiva; pero, si en esa actividad no se le permite al hombre ser hombre, ahí es cuando se convierte en un problema, porque nunca vas a poder tener un hombre y jamás vas a poder tenerlo contento.

El gran problema es que cuando el hombre no recibe la apreciación y el respeto de la mujer, se bloquea para dar, por ende deja de hacerlo, lo cual genera que la mujer lo respete y lo admire menos y así es como se terminan las relaciones.

Al principio todo sale natural, yo te respeto de forma natural, te doy energía de forma natural, pero cuando ya empieza la relación en verdad, cuando se acabó el romance y empieza la relación, empezamos a ser condicionales, en el hecho de que la mujer dice yo te respeto solamente si me das y el hombre dice, yo te doy solamente si tu me respetas y me aprecias como canal.

Y en ese, y si tú, y si yo, y si lo otro… nos carga el diablo a todos y se acaban las relaciones. Es por eso que es un trabajo de dos, de dar y recibir, de que la mujer admire, respete y aprecie a su hombre y que el hombre le diga una cantidad infinita de mieles y de alto mantenimiento a nivel del alma a su mujer, para que el ¡MUCHO! en mayúsculas o minúsculas, dependa no sólo de uno de los integrantes de la relación, sino de los dos, de cuanto ha hecho el hombre para ganarse la apreciación de su mujer y de la mujer de tomar esa energía y regresarla multiplicada no sólo en mayúsculas, sino acompañada de un aumento de tamaño de fuente.

8 de septiembre de 2011

¿Por qué es importante generar deseo?



No puedo evitar sentir una constante preocupación por las generaciones jóvenes. No es una simple preocupación, es mas bien, algo que se apodera de mi persona y me obliga a escribir de temas que resultan simples y esenciales para la conducta humana.

Todos experimentamos diferentes ejercicios en el ámbito del ser humano, los cuales se llevan a cabo, o no,  por “n” cantidad de circunstancias. Pero la búsqueda de la gratificación instantánea es una constante en dichos ejercicios y acciones.
He hablado en columnas anteriores de todo lo relacionado a cuestiones del alma, del amor y de que las cosas que verdaderamente valen la pena, deben de costarnos al menos un poco de trabajo para que tengamos algún tipo de satisfacción.
El problema de los seres humanos a través de las generaciones, es que con la cotidianidad, terminamos viendo a la esencia del ser, como un robot y un robot se encuentra lejano a cualquier tipo de sentimientos y por ende, de generar algún tipo de deseo.

El deseo es todo lo que hay, es la clave para todo y no hay nada que pueda detener a alguien que tiene deseo.

El deseo tiene muchas formas, la más recurrente es el deseo de amor verdadero y es por ello que el amor debe costar y mucho. Podemos utilizar la palabra deseo, pero entrar contacto con nuestro verdadero deseo resulta difícil, ya que se oculta por las cosas que nos distraen.
Es momento, en que el ser humano quiera regresar al deseo genuino, a despertarlo, esa es la clave y solo así podremos sanarnos. Intentemos despertar el alma , pues ella tiene un deseo puro.
El deseo de recibir para uno mismo es un mal, una total negatividad, ya que el verdadero deseo del alma es recibir para compartir. Cuando actuamos de forma egoísta, pensando en nosotros mismos, limitamos el deseo en todas sus formas.

Citando el libro 'Kabbalah y sexo' de Yehudá Berg: “Trabajas por que deseas dinero, éxito, tranquilidad mental, prosperidad y una cocina nueva”, comes porque deseas mantenerte vivo o para experimentar el placer de comer algo delicioso, compites en el deporte porque deseas experimentar la emoción de la victoria y el logro, te tomas unas vacaciones porque deseas satisfacer tu deseo de serenidad y de salir de la rutina, tienes relaciones románticas porque deseas recibir y dar amor, miras televisión y vas al cine para satisfacer tu deseo de entretenerte y divertirte, y tienes sexo para satisfacer tu deseo de placer sexual”. Por lo tanto el deseo es la clave de la felicidad, ¿got it?

Cada vez que seguimos las emociones del cuerpo de manera reactiva, alejamos el deseo y el deseo por lo infinito se reduce, ya que se oculta al obtener placer gratis.

La felicidad se expresa en el preciso momento en que se produce la satisfacción del deseo, al momento en que éste se cumple. 

Es por ello que no puedo evitar sentir una constante preocupación por las generaciones jóvenes, que se encuentran carentes de ello.

1 de septiembre de 2011

¿Por qué el amor debe costar y mucho?



Las cosas fáciles como llegan, se van; no duran. La facilidad solo alimenta momentos y no nos hace trabajar en la permanencia.

Conforme pasa el tiempo nos vamos haciendo easy going al respecto de la inmediatez en las relaciones pasajeras, por disfrutar de un momento cool

¿Pero dónde queda el amor? ¿Por qué en vez de solo un momento, lo extendemos a algo a largo plazo, lleno de momentos extra cool?

Como hemos venido explorando en columnas anteriores, todos nos encontramos en una constante búsqueda del amor, del alma gemela y relaciones duraderas que tengan un final feliz. Pero ¿por qué nuestra realidad es diferente a los cuentos de hadas?
Disfrutar de una relación de pareja, un noviazgo o matrimonio siempre va a requerir de trabajo duro, mucha fuerza y sobre todo disciplina. Cualquier relación que valga la pena, siempre va a llevar un poco de trabajo. La satisfacción verdadera se manifiesta cuando se obtiene un buen resultado, proveniente del back to basics en cuanto a las reglas de la conquista, el romance y la entrega con tu pareja se refiere. ¿Cuándo haz visto a una princesa de cuento de hadas conquistar a su príncipe? ¿Invitarlo a salir? ¿Rogarle? ¿Perseguirlo? Nunca, ¿verdad? Siempre es all the way around, ¿right?
Actualmente me encuentro trabajando en un libro que se llama “Amar como los hombres”, el cual estoy a punto de entregar a mi editor y en donde por medio de cien frases, exploro el hecho de que las mujeres están cambiando de rol, asumiendo ellas el papel del hombre. 

Tengo total certeza que las relaciones en donde la mujer es la que conquista, tienen menor probabilidad de éxito que en aquellas en las que el hombre es el que mueve cielo, mar y tierra por captar la atención su conquista y por hacer circo, maroma y teatro para que ella sea atrapada en esa etapa donde un millón de mariposas se apoderan de nuestro estómago.

Sí, el amor debe costar y mucho, tanto para el hombre en cortejar a la mujer, buscarla, invitarla y hacerla sentir especial; como para la mujer en hold a little back y dejar que el hombre la guíe en el camino de la conquista.

Es momento en que hombres, mujeres sin importar su edad, estado civil y concepción ideológica, se entreguen al hecho de explorar el mundo donde el amor no es cosa fácil, en donde el amor tiene millones de vertientes a explorar, donde las relaciones y personas que valen la pena cuestan mucho obtenerlas.

Es momento de comenzar a experimentar relaciones que tenga mucho futuro, donde nuestra alma se vaya alimentando de deseo por estar con “esa persona”, por imaginar “qué estará haciendo”, “por extrañarla”, por querer saber en cada minuto del día “cómo se encuentra”.

El deseo es el camino a la felicidad, al amor, al intrincado mundo de satisfacción en el que las cosas y las personas que queremos, cuestan y mucho…