30 de mayo de 2010

Escrito 16: El amor es una emergencia. Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.



Escrito 16: El amor es una emergencia.

Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.


“El poeta como el pescador, debe nacer poeta”. Frase sencilla que lleva cabalgando en mi mente días enteros, persiguiéndome a trote lento desde que la leí en la pared de un restaurante de mariscos en días pasados.

Llegué a un restaurante de mariscos con dos objetivos, el primero sin duda saciar mi hambre y el segundo saciar mi sed. Lo que no vi venir, es que un tercer asunto iba a quedarse sin saciar: ¿Por qué nosotros los poetas, no podemos dejar de pescar historias?

A o largo de muchos años he luchado en contra de mi naturaleza de escritora, de poeta, de contadora de historias, no importa a dónde me dirija o qué tan lejos me aleje de mi misma, la vida siempre me regresa a ese lugar muy dentro del alma, a ese lugar que estoy segura que el amor y el dolor duermen dentro del pecho, para sentir eso que detiene mi rumbo y me dice que no abandone mi pluma, que no abandone las historias, no aprisione en mi mente la vida de los personajes, sino que los deje salir.

El amor, el dolor y el lugar donde cobran vida las historias me provocan emergencias, ¿cómo argumentas en contra del amor, del dolor y de eso que da vida a la creación? No puedes ir en contra del amor, mucho menos del dolor y es imposible ir en contra de tu naturaleza. 

Lucho siempre por ir en contra y eso que habita dentro de mi, ese amor, ese dolor y esa necesidad de escribir regresan siempre.

“El poeta como el pescador, debe nacer poeta”, yo nací poeta, con voluntades incontrolables de buscar historias, escribirlas en mi mente segundo a segundo, porque para mi, el amor es una emergencia, la emergencia que me pide regresar siempre al lugar donde esta el amor, a ese lugar que me trae recuerdos, que a veces me llena de dolor, pues me muestra lo que hace morir las cosas y cuya consecuencia es dar vida a las historias.
Porque el pescador, como el poeta, debe pensar en lo que comienza, en lo que termina, ¿cómo comienza lo que termina? y ¿por qué, siempre, por sobre todas las cosas, el amor es una emergencia?

Escrito 15: Sentimientos Inundados. Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.



Escrito 15: Sentimientos Inundados.
Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.


Siendo las 8:01 am, estoy escribiendo esta columna, siendo que se publica a las 11:00 am. ¿Por qué?

Mi velocidad de escritura es muy rápida, generalmente escribo mis columnas la noche previa a publicarse. Ayer escribí una columna, mientras la corregía, tenía prendido el noticiero de Joaquín López Doriga y pude ver las imágenes de las inundaciones en el estado de Veracruz.

No pude contener mis tweets, ni mis sentimientos al respecto. Ver a mi estado en tal situación, me inundó de un sentimiento de impotencia incontrolable. El botón rojo de acción social de mi persona se accionó inmediatamente y emití los siguientes tweets:

• Es una tristeza lo que esta ocurriendo en mi estado. ¿Cómo podemos ayudar a #Veracruz?

• Ver las imágenes de lo que esta ocurriendo en #Minatitlan y #Tlacotalpan es realmente devastador. #Veracruz

• Me ha afectado tanto ver lo que esta ocurriendo con las inundaciones en #Veracruz que reescribiré mi columna de mañana para @primeraplanamx

• El río #Coatzacoalcos desbordado, caminos devastados….. No puedo creer las imágenes actuales, ha escalado demasiado los últimos 15 días.

Una vez que emití los tweets, cerré el documento de Word donde tenía la columna anterior escrita y abrí uno nuevo, coloqué el título “Sentimientos inundados” y se quedó el resto de la hoja en blanco.

Creo que fue un dolor e impotencia, en conjunto con no saber cómo poder ayudar a distancia a mi estado, lo que no me dejó escribir ni una sola palabra. 

Dormí intranquila, pensando en todas esas personas de Tlacotalpan y Minatitlán que han perdido todo lo que tienen, pensé en mi río Coatzacoalcos, en su fuerza, agresividad y voluntad al no poder contenerse arrasando con todo lo que esta a su paso.

Pensé y sigo pensando en ¿cómo podemos ayudar a distancia?, ¿cómo, mi río, esa agua dulce llena de encanto y de miles de mis historias esta acabando con las historias de muchos?, ¿cómo la corriente de un río puede pasar de inofensiva y recreativa a inclemente y asesina?.

Tengo mi corazón, mi estómago y mis sentimientos inundados de impotencia por ser jarocha, estar en la Ciudad de México, ver como en una especie de película el desastre que ocurre en mi estado a kilómetros de aquí y solo poder preguntarte a ti lector, ¿cómo puedo?, ¿cómo podemos ayudar a los veracruzanos en medio de esta tragedia?

Escrito 14: Carlota, Fabio y mis pies color rosa. Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.


Escrito 14: Carlota, Fabio y mis pies color rosa. 
Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.

Vengo llegando de la presentación de unos cigarros de Benson and Hedges en el Palacio de Hierro, a la entrada nos recibían con Moet Chandon, evidentemente, al momento en el que comenzaron a manifestarse las burbujas en mi persona, mis pies comenzaron a desplazarse el doble de rápido y cuando tuve a bien voltearlos a ver, eran y son de color rosa.

Sí, pies color rosa. En mi mente solo sentía la necesidad de dar una disculpa a mis lectores, porque la semana pasada ocurrió algo dentro, muy dentro de mi, al grado que no pude escribir de Carlota o Fabio, tuve que escribir de algo que estaba sintiendo, un sentimiento cercano al dolor y a la necesidad, escribí “El amor es una emergencia”, una columna muy mía, de mis letras y lejana de lo que habitualmente escribo para ustedes.

Hoy me puedo ubicar lejos de ese dolor que nos hace que el amor sea una emergencia, puedo poner distancia entre los objetos de mi afecto y mi persona. 

Puedo, pues me lo propongo, pero no significa que lo quiera, sin embargo la realidad late en la parte inferior de mi cuerpo, en forma de unos pies color rosa.

Estoy pseudo acostada en mi cama, con mi laptop en mis piernas, tratando que mis pies color rosa encuentren la forma de regresar a su color habitual, el hecho que no encuentren su color natural, me hacen recordar que de querer, quiero tantas cosas, quiero saber ¿qué es lo que le pasa a Carlota?, lleva días sin nadar, no se si los peces sufren depresión, pero estoy segura que algo esta experimentando y no esta en mis manos poder ayudarla a salir de esa situación. 

Por el contrario, Fabio ha estado mas activo de lo normal, lo veo nadar a altas velocidades de arriba a abajo de la pecera, en círculos y sí, por difícil que pueda parecer, siento que por momentos me sonríe.

Carlota y Fabio como ustedes bien saben son mis compañeros, al igual que mi planta, son la manifestación física de mis responsabilidades, representan el que me puedo responsabilizar de algo y definitivamente hoy me responsabilicé de todo, menos de mi persona, si no, no traería mis pies color rosa y estaría tratando de explicarme ¿qué demonios le ocurre a Carlota y Fabio con su inesperado cambio de conducta?

Quince centímetros de tacón me provocaron una inflamación rosa tirándole a fosforescente en mis pies y justo ahora, estos pies laten mientras escribo esta columna, retumban como una alerta en cuestiones de ego fundamentales, porque no es normal, que en vez de concluir esta columna, que esté pensando la forma en ¿cómo preguntarle a ustedes?, si estará mal tratar de conseguir un psicólogo para Carlota y Fabio, y un buen novio que desee darme masaje en estos pies color rosa que piden a gritos, nunca mas volver a asistir a la presentación de ningunos cigarros con tacones de quince centímetros.

Escrito 13: Carlota, Fabio y el Estado Eficaz. Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.




Escrito 13: Carlota, Fabio y el Estado Eficaz. 
Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.

Semanas atrás, escribí Carlota, Fabio y el poder, acerca del poder y su conquista, los cuales traen consigo mucha responsabilidad en cuestiones estratégicas, tecnológicas, ideológicas y conductuales.

Carlota, Fabio y el poder, resumen en tres palabras la sed por gobernar. Para los que han leído mi columna conocen la historia detrás de Carlota, Fabio y pueden asociar como el poder esta semana se mezcla a este juego de palabras, señalando sin importar el color y como la responsabilidad ciudadana, juega un papel fundamental en la conducta de aquellos que ostentan sentarse en el trono del poder.

¿Qué se es después de rey?, ¿cómo se vive cuando te han quitado la corona?, ¿cómo vuelves a convivir con tu propio ser humano, cuando no tienes el poder?, ¿cómo te haces responsable de tu propia madurez, actos y consecuencias?, ¿cómo se aprende a lidiar en medio de un intenso clima electoral con los demonios internos?, ¿cómo?, esa era mi pregunta.

La respuesta llegó con el noticiero en Radio Formula de José Cárdenas, en el cual entrevistó al Gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto, las siguientes palabras captaron mi atención “la efectividad de un estado” en las cuales hizo referencia a su V Informe de Gobierno. Lo busqué en Google, después de dos o tres búsquedas di con unos videos de youtube donde pude escucharlo.

Cifras, compromisos cumplidos y datos relevantes para el Estado de México comenzaron a pronunciarse en boca de Peña Nieto, que a mí, como veracruzana, no me generaban mucho apego, casi al final del informe en cuestión de un párrafo, el texto da un giro agresivo, ya que no se dirijía solo a los mexiquenses, sino a todos los mexicanos y no pude evitar reaccionar ante las descalificaciones al País, considerándolo un Estado fallido.

Carlota, Fabio y el poder, vaya responsabilidad. Mi responsabilidad es hacerme cargo de mis peces, alimentarlos, limpiar sus peceras, ver que estén bien y actuar como buena ciudadana. Gran responsabilidad de nuestros gobernantes de hacerse cargo de un país, un estado y de prácticamente las acciones de todos sus ciudadanos.

¿Cuándo es el momento en el que el gobernante abandona el ideal de trabajar para un país o estado?, el poder cambia a los hombres y no es hasta que el ser humano es poderoso que lo conocemos realmente, pues sale a relucir su verdadero yo. El poder te vuelve voraz, te da sed y es un alimento directo al ego. Ser poderoso es un ejercicio responsable inmenso y no cualquier ser humano tiene la capacidad de asumirlo y ejecutarlo. Cuando el gobernante se sienta en la silla del poder, es cuando el país, el estado o los ciudadanos corren peligro de abandono.

Es cruel y agresivo aceptar que vivimos en un Estado fallido, pero es mas cruel aún, agreder contra uno mismo y ante nuestra sociedad, no aceptando que esa es la realidad en la que vivimos y los ciudadanos tenemos gran parte de culpa, es una generalidad, en vez de tomar el camino mas fácil por el dinero rápido, es un camino que aleja de la preparación y de querer generar acciones colectivas para formar en conjunto un mejor país.

Mucho se habla de la delincuencia, como si este fuera el principal problema, pero la realidad esta detrás de los reflectores, de la exposición mediática, del impulso de acción social por querer trabajar por un México nuevo. La realidad esta frente a nosotros y podemos ver como camina, dejando a su paso los ideales por los cuales ciudadanos decidieron formarse una carrera política, la realidad es que como dice Enrique Peña Nieto, la delincuencia no es el único riesgo que enfrenta el País, hay otra grave amenaza: la lucha del poder por el poder mismo.

No cualquier gobernante puede lidiar con el poder de ser poderoso. Para asumir el poder, hay que responsabilizarse del ejercicio de conducta del ser humano, pero no basta con que el contendiente busque el poder, el poder se contagia, se esparce, te vuelve rey o reina y cuando uno asume el papel, viene la inmensa responsabilidad de la conducta acerca de cómo gobernar el territorio y sobre todo a uno mismo.

México requiere de congruencia y políticos congruentes, que nos presenten unidad de propósitos, requiere del esfuerzo de todos, no hay otro tiempo, debemos con creatividad y compromiso construir un mejor futuro y mi deber como ciudadana es hacerme cargo de Carlota, Fabio y mis acciones sociales para poder contribuir en algo para ayudar a mi país. 

Y así, solo así, trabajando en conjunto con los gobernantes que no ostentan el poder por el poder mismo, podremos acercarnos al ideal de un Estado eficaz.

Escrito 12: Carlota, Fabio y Dios. Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.



Escrito 12: Carlota, Fabio y Dios.
Serie: Los Huevos del Perro, una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.

Treinta y cinco días lejos de Carlota y Fabio, mil trescientos días lejos de Dios. 

Treinta y cinco días lejos de cualquier tipo de responsabilidad concerniente al cuidado y a la alimentación de mis peces y mil trescientos días lejos de Dios, porque no creo que exista.

La responsabilidad y la falta de credibilidad llegaron juntas a mi vida, para después separarse. 

Quienes han tenido oportunidad de leer mi relato “Techos Matemáticos”, han podido conocer una parte de mí que con muy pocas personas he compartido y que habla del día en que deje de creer en Dios.

Sé con seguridad que Dios no existe en mi vida, sé con seguridad que Carlota y Fabio llegaron a mí como consecuencia del hecho de asimilar lo anterior y que simplemente no veo razón alguna por la que deba de volver a existir dentro de mi. 

Dios me ha traído muchos problemas, dificultades y no me ha ayudado a solucionarlos, claro que saber que existe un Dios, puede servir de consuelo, pero me queda claro que en mi caso y por ningún motivo es la solución.

Mi vida como la conozco hoy en día, hubiera resultado casi imposible de llevarse a cabo de la manera en que la conduzco, si Dios me hubiera seguido acompañando a lo largo del camino. 

Dios cerró mis posibilidades, Carlota y Fabio me dotaron de una nueva visión de la vida y de la responsabilidad desde el sentido más estricto de la profundidad de consciencia del ser humano.

Mi vida sin Dios, con Carlota y Fabio, ha sido una vida de cambios constantes, de adaptación al medio, de elección, de creer. Si, sobre todo de creer, que cuando existía Dios en mi vida estaba ciega y cuando me atreví a alejarme de él, fue liberarme en una consecuencia.

La vida, mi vida evoluciona, avanza, y solo cuando pude manejar ese nivel de consciencia, pude entender la capacidad de mi ser humano, que decidió hacer a Dios a un lado, para traer a su vida a dos peces, Carlota y Fabio, para poder decir: “dentro de quince días me reuniré con ellos y dentro de quince días, tendré mil trescientos quince días, lejos de Dios.”

Escrito 11: Una sirena en busca de sentido. Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.



Escrito 11: Una sirena en busca de sentido.
Serie: Los Huevos del Perro, una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.
La búsqueda de sentido no es una búsqueda que se emprenda con anticipación o planeación. El sentido mismo de las cosas despierta cuando debe manifestarse. Mi particular busca del sentido, despertó con furia desde el momento en el que decidí dedicarme al cien por ciento a la escritura.

La búsqueda del sentido en las letras en un camino sinuoso, escabroso, el cual si no se sabe como recorrer y el cual puede envolverte en el abismo de las letras, para no dejarte jamás salir de él.

Tengo más de sesenta días sin escribir. Cuando no escribo pierdo el sentido, siento que mi sirena interna se desorienta, no sabe donde esconder y acomodar las palabras, frases, oraciones e historias que va escribiendo en su memoria. 

Tengo más de sesenta días sin escribir y los personajes que han cobrado vida en mi mente y en la película de mis pensamientos, están esperando manifestarse, rogando que me tome el tiempo necesario para dejarlos salir.

"La búsqueda del sentido en las letras, es un camino que te lleva a lo más profundo del bosque, a la parte más tenebrosa del abismo, para regresar con algo que nadie antes haya visto". Las anteriores palabras reducidas en poco menos de ciento cuarenta caracteres, fueron redactadas por Guillermo Arriaga en su cuenta de twitter en días pasados. Dichas palabras causaron impacto no en mí, sino en mi sirenita interna en busca de sentido, por lo que le conteste el tweet a complementando sus palabras con las siguientes: “pero pocos se atreven”.

Tengo más de sesenta días sin escribir, el tweet de Guillermo Arriaga resume ¿Por qué?

Llevo más de sesenta días sin escribir, porque me encuentro parada justo donde empieza el bosque, buscando el sentido de mi sirena interna que me conduzca a canalizar la fuerza necesaria para poder dar el paso que me lleve hacia adelante, para conducirme a lo más profundo del bosque, donde en el abismo de mis letras encuentre esa pluma que nadie ha encontrado, la cual me permita enfrentar al monstruo de la literatura.

Es solo cuestión de dar un paso, es solo cuestión de caminar hacia esa parte profunda del bosque, es solo cuestión de encontrar la pluma indicada para escribir sin que se acabe la tinta y no interrumpir el flujo de las ideas, es solo cuestión de encontrar el sentido para dar un paso, el cual pocos se atreven a dar.

Escrito 10: Carlota, Fabio y el poder. Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.



Escrito 10: Carlota, Fabio y el poder
Serie: Los Huevos del Perro, una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.

Carlota y Fabio se quedaron en México como ustedes ya saben, junto con mi sentido de búsqueda de responsabilidades. Ahora, me encuentro en Xalapa analizando y viviendo de cerca la lucha por el poder, donde los colores primarios se encuentran en guerra por encabezar las encuestas preferentes de los electores.
Carlota, Fabio y el poder: Carlota y Fabio son mis dos peces beta, dos seres de menos de diez centímetros que se encuentran bajo mi responsabilidad. El poder y su conquista traen consigo mucha responsabilidad en cuestiones de estrategias tecnológicas, ideológicas y ce conducta.
Carlota, Fabio y el poder, resumen en tres palabras la sed por gobernar. Para los que han leído mi columna semanal y conocen la historia detrás de Carlota y Fabio, pueden asociar como el poder esta semana se mezcla a este juego de palabras de manera anecdótica, señalando lo que sucede en cualquier clima electoral sin importar el color y cómo la responsabilidad ciudadana, juega un papel fundamental en la conducta de aquellos que ostentan sentarse en el trono del poder.
Carlota, Fabio y el poder, vaya responsabilidad. El poder cambia a los hombres y no es hasta que el ser humano es poderoso que lo conocemos realmente, pues sale a relucir su verdadero yo. El poder te vuelve voraz, te da sed y es un alimento directo al ego. Ser poderoso, es un ejercicio responsable inmenso y no cualquier ser humano tiene la capacidad de asumirlo y ejecutarlo.
No cualquier gobernante puede lidiar con el poder de ser poderoso. Para asumir el poder, hay que responsabilizarse del ejercicio de conducta del ser humano, pero no basta con que el contendiente busque el poder, el poder se contagia, se esparce, te vuelve rey o reina y cuando uno asume el papel, viene la inmensa responsabilidad de la conducta acerca de cómo gobernar el territorio y sobre todo a uno mismo.
¿Qué se es después de rey?, ¿qué se es después de reina?, ¿cómo se vive cuando te han quitado la corona?, ¿cómo vuelves a convivir con tu propio ser humano, cuando no tienes el poder?, ¿cómo te haces responsable de tu propia madurez, actos y consecuencias?, ¿cómo se aprende a lidiar en medio de un intenso clima electoral con los demonios internos?, ¿cómo me hago cargo de Carlota, Fabio, el poder de la responsabilidad que trae consigo su cuidado y la sed por gobernar mi propia vida?

Escrito 9: ¿Y Carlota y Fabio? Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.


Escrito 9: ¿Y Carlota y Fabio?
Serie: Los Huevos del Perro, una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.

Mi propósito después de Carlota y Fabio, era comprar una planta, mi plan mental de responsabilidades iba en aumento y según yo alimentar, limpiar las peceras, cuidar a mis dos peces y regar mi planta, me iban a dar fortaleza tal para tomar las riendas de mi vida y por fin decir: “Me encargo de mí, no dependo de nadie más y de mi dependen Carlota, Fabio y una planta.”

A principios de la semana pasada comencé a ver qué planta comprar, estuve a punto de caer en la tentación de comprar una pata de elefante que vendía un señor en la calle, pero no me quise precipitar, opté por tomar la mejor decisión en cuanto a la planta y comencé a buscar en Internet qué planta me gustaba más, ajustándose a los niveles de cuidado que le podía ofrecer.


Tenía ya, la fotografía mental de dónde iba a poner la planta en mi cuarto, cómo se iba a ver y sobre todo, si a Carlota y Fabio les iba a gustar tener de compañerita a una planta en mi ausencia. 
Fui al cajero automático para ir a un vivero medio fancy que está en la calle Mazatlán en La Condesa, cuando repentina e inesperadamente, recibí una llamada donde me daban luz verde para integrarme a un proyecto de cincuenta días fuera de la ciudad de México.


¿Cómo explicar, no puedo irme tantos días porque tengo a mi cargo dos peces y en unas horas una planta?, mis planes de salir a comprar la planta cambiaron bruscamente, me senté en la cama de mi cuarto viendo de frente las peceras de Carlota y Fabio, preguntándome ¿cómo demonios le voy a hacer para llevarme conmigo a estos dos seres de menos de diez centímetros que dependen de mi?, por más vueltas que le dí, ninguna forma era viable, Carlota y Fabio no me podían acompañar a mi viaje de trabajo, pero, ¿qué iba a hacer con ellos?


Me pasaron por la cabeza miles de posibles escenarios de cómo traerlos conmigo, pero desgraciadamente ninguno de ellos era favorable, la solución fue recurrir a mi primo: “El Cara de Águila” quien tiene una pecera increíble y al igual que yo, dos peces a su cargo. Le pedí de favor que me cuidara a Carlota y Fabio, aceptó de inmediato. Cuando los fui a llevar a casa de mi primo, coloqué las peceras a un lado de la suya. Por lo menos me tranquiliza saber que Carlota y Fabio no se sentirán solos y sobre todo, la curiosidad del nuevo entorno los va a tener ocupados.


Lo que me tiene intranquila es que cuando decidí aumentar mis responsabilidades a “Carlota, Fabio y una planta” la vida con su azar tan espontaneo, me desprendió de todas ellas, responsabilizando a alguien más por el cuidado y la alimentación de Carlota y Fabio. 
Tengo una pregunta que no me deja de rondar por la cabeza, ¿por qué la vida me da estas vueltas?, ¿por qué éste giro argumental en la trama de mi vida?, ¿por qué cuando me iba a hacer responsable, me quedo temporalmente sin Carlota, Fabio y mi planta?

Escrito 8: Chip sirénico xalapeño. Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.


Escrito 8: Chip sirénico xalapeño
Serie: Los Huevos del Perro, una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.


La intensidad que se vive en una campaña electoral es altísima. Cuando me integré a éste proyecto hace siete días, tenía extraviado el sirenéo, quién sabe por dónde andaba, lo buscaba y en verdad no sabía ni por dónde empezar a buscarlo. 

Hoy, después de siete días de intensidad laboral, el sirenéo se ha evaporado.
¿Cómo se busca el sireneo en pleno clima electoral?, ¿cómo se logra encontrar un tiempo para uno mismo, cuando el día a ojos de los electores tiene muy pocas horas?, ¿dónde se busca el sirenéo perdido?, ¿cómo y dónde? Son las preguntas que me han atormentado los últimos días.
La Sirenitíta, ósea yo, sobrina de La Sirenita, está viviendo en Xalapa, bueno, vivir es un decir, porque mi estancia será breve, pero intensa. Por ponerlo en un modo explicativo, los cuarenta y dos días que me quedan de trabajo intenso, son prácticamente puros lunes. 

El proceso mental de convertirse en un robot de trabajo es un chip que se instala en un dos por tres, pero lo que he estado evaluando, es que para poder sobrevivir el proyecto con un sirenéo adecuado, debo instalarme no un chip normal, sino un chip sirénico xalapeño. ¿Y cuál es ese chip?, ¿dónde se encuentra?, ¿lo venden? o ¿tendré que conseguirlo en el mercado negro de las sirenas?
El chip sirénico xalapeño, es mas que un sobrenombre para un modo de ver la vida, es el estado que debo adoptar y asumir, para encontrarme dentro del rumbo dentro de éste proyecto, porque un robot laboral, soy sin duda, pero mi lado humano y de ser humano que vive y siente me llama a menudo. 

¿Cómo compaginar el ritmo laboral con el cuidado de nuestra mente, de nuestro cuerpo y corazón?, ¿cómo y dónde encontrar el chip sirenico xalapeño?, todo esto, está resultando un enigma. Pero la búsqueda, el proceso de búsqueda, es lo que hace todo esto más interesante.
Porque me encuentro en Xalapa, me quedan cuarenta y dos lunes por delante, soy un robot generador de contenidos, que tiene extraviado el sirenéo y anda consiguiendo un dealer en el mercado negro xalapeño, para recuperar con un upgrade el sirenéo perdido.

Escrito 7: Sirena se acerca al mar. Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.



Escrito 7: Sirena se acerca al mar. 
Serie: Los Huevos del Perro, una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.


La vida de una sirena no responde al ciclo de vida normal y natural de cualquier ser humano. Confieso que estoy aprendiendo a ser sirena y sobre todo a orientar mi sirenéo que estaba sumamente perdido. 

¿Cuál es el ciclo de vida de una sirena?, ¿qué siente y qué vive una sirena?, estas preguntas se hacen muy presentes en mi vida, sobre todo ahora que La Sirenita sigue desorientada con respecto a su decisión, porque aún no se anima a correr hacia el castillo o regresar a la cabaña. Sigue parada justo en el medio.

Hoy soy una sirena que se ha alejado de la ciudad de México para participar activamente en la conducción de un proyecto con un actor político de alto perfil. 

La propuesta, la decisión y el hecho de volar hacia mi caluroso destino fue en un abrir y cerrar de ojos. Mi compañera en este proceso de decisión ha sido Elizabeth Gilbert, la autora de “Comer, rezar y amar”, no me queda duda que los libros siempre llegan en el momento indicado y este libro en particular me llegó como un chocolate o medicina para el alma. 

Mi corazón y sobre todo mis sentimientos necesitaban alimentarse de algo y sentirse en compañía. Elizabeth, aún sin conocerla ha sido mi amiga a lo largo de los últimos diez días, tanto, que gracias a la fuerza y valentía en sus decisiones decidí darle u vuelco a mi vida y acepté mudarme por cincuenta días a este caluroso destino.

Creo en las pausas y creo en los cambios.

No se que me espere en este cambio, lo que sí sé, es que las decisiones y sobre todo la toma de ellas es un proceso interno del ser humano, que en mi particular caso ha hecho que mi sirenéo comience a encontrar el rumbo, a sentirse cómodo y sobre todo, comience asumir que, como sirena, me encuentro cerca del mar y tomando las riendas de mis decisiones.

11 de mayo de 2010

Escrito 6: ¿Y mi sirenita apá? Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.


Escrito 4: ¿Y mi sirenita apá?
Serie: Los Huevos del Perro, una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.

Poco supe de La Sirenita esta semana, hablé brevemente con ella, pidiéndome ayuda para abrir su cuenta de twitter y que le explicara como usarlo. Por motivos de trabajo no la pude ver y por lo tanto su twitter sigue pendiente y mas que nada el tutorial necesario para que La Sirenita ya sea parte del ciberespacio de 140 caracteres.

Pensando sobre qué podía escribir esta semana, ya que no tengo el update necesario para llenar de contenido y seguir el proceso de si La Sirenita elige quedarse en su cabaña o correr hacia el castillo, siendo que esta columna esta enfocada a la encrucijada sobre si se debe divorciar o no.


Me di cuenta que no era necesario alzar el teléfono y propiciar una larga conversación para tener material para escribir, porque como mujer, creo que llevo una Sirenita dentro, en el sentido de que no importa la encrucijada por la que estemos atravesando, siempre nos encontramos en situaciones en nuestras vidas, donde debemos dejar ir, buscar nuevos caminos, darle forma a las soluciones mediante nuevas formas de pensamiento y sobre todo afrontando las consecuencias de nuestros actos.

Apenas llevaba escasos renglones redactados de esta columna, cuando recibí un e-mail de mi papá en mi blackberry, en resumidas cuentas me dijo que había hablado con mi mamá y le había comentado que estaba muy fría e indiferente con ella y si no cambiaba mi actitud no le iba a quedar de otra mas que dejarme de hablar, porque esto tiene a mi mamá muy triste. Contesté el e-mail inmediatamente reaccionando al segundo y diciendo: “saben que los quiero y si he estado fría ha sido por fallas de comunicación, no por otra cosa”.

¿Y mi sirenita apá? Creo que traigo distraído el sirenéo, mi respuesta fue no enfrentar la situación y tratarme de salir por la tangente lo mas rápido posible. 


Me detuve a pensar el e-mail y las palabras de mi papá son muy ciertas, esta Sirenita que llevo dentro, anda medio perdida, no ha entrado en su zona de comfort, esta casa nueva la tiene “cómoda” pero no se termina de adaptar del todo, el ritmo de trabajo aumenta exponencialmente y aunque no lo acepte, se estresa, hasta el punto de no poder dormir por no tener material de escritura y fallar en la fecha de entrega de alguna de sus publicaciones y claro, su libro.

Todo se centra a su libro. Mi libro me tiene en crisis, me tiene enojada conmigo misma, quiero dejarlo ir, pero no puedo desprenderme de él, sin duda ese es el mas grande problema de todos.

Tengo que aceptar que mando escasas señales de humo a mis papás, diciendo por aquí ando, por aquí voy y hacia allá me dirijo y no mas. Porque no tengo mas que decir, porque estoy tratando de encontrar qué decir y cómo decirlo, no es porque no quiera o me escude en miles de justificaciones en esta cuartilla, o los confunda entre tantas palabras, por eso, debo aplicar mi capacidad de síntesis, que mucho trabajo y estudio me ha costado desarrollarla para aplicarla en mis procesos literarios, así que a resumidas cuentas esto es lo que tengo y debo decir:

“Hoy es 10 de mayo y hago pública una disculpa hacia mi mamá, teniéndolos a ustedes como testigos, porque para mí, no hay nada mas difícil que escribir mis verdades, por mas naturales que suenen. Por eso mamá, perdón, por hacerte sentir mal, por no comunicarme y sobre todo por no demostrarte que aquí estoy y que aquí estaré siempre para ti.”

Escrito 5: Carlota y Fabio. Serie: Los Huevos del Perro y una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.


Escrito 4: Carlota y Fabio. 
Serie: Los Huevos del Perro, una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.

La toma de decisiones es un tema que ha estado presente en mi vida con una constancia fuera de lo normal en los últimos meses. Por fuera de lo normal, me refiero a que ha sido una decisión tras de otra, hasta el punto de decir basta. La toma de decisiones me ha llevado ha aumentar el número de responsabilidades en mi vida. Dos de esas responsabilidades llegaron a mí desde hace un año y responden bajo el nombre de Carlota y Fabio, dos seres acuáticos menores a diez centímetros que dependen de mí.

Carlota llegó a consecuencia de Fabio, para que no estuviera solo y Fabio fue un encargo de un amigo, me pidió que lo cuidara dos semanas en lo que se iba de vacaciones. Ese fue el momento en el que un pez beta entro en mi vida, representando mucha responsabilidad. Consideré prudente enfrentarme conmigo misma, ante el hecho de probarme si podría ser lo suficientemente responsable para darle de comer dos veces al día, limpiar su pecera y por lo menos tres veces al día, asomarme a su pecera a ver si respiraba y seguía formando parte del mundo de los vivos.

A la semana de estar cuidando a Fabio, me salió un viaje de trabajo largo, no tenía a nadie con quien dejar encargado al pececito, en ese entonces me encontraba viviendo en el Puerto de Veracruz, pero no contaba con nadie de confianza al cual encargárselo, por lo que no me quedó de otra que llevarme a Fabio conmigo dentro de una jarra de agua que tenía una tapa, para no correr el riesgo que se saliera. Fabio anduvo conmigo como en cinco ciudades de la república hasta que se estableció conmigo en las vacaciones en Coatzacoalcos.

Carlota fue una insistencia de mi papá en dichas vacaciones, para que Fabio no se sintiera solo. La fui a comprar y la escogí, porque me cayó bien la velocidad con la que nadaba con respecto a otras pecesitas. Llegando a mi casa, la puse en la misma pecera que Fabio y ¿cuál fue mi sorpresa? que los peces beta no pueden estar juntos porque se matan, vaya noticia. 


Carlota tenía la cola mordida de los intentos de Fabio por matarla, así que los separé y por lo tanto tuve que comprar otra pecera mientras que la responsabilidad de dos semanas ya se había convertido en tres meses, pues no había regresado al Puerto de Veracruz y por lo tanto no había podido entregar a Fabio a su dueño.

Ponerle fin a la soledad de Fabio, aumentó mis responsabilidades de una manera inesperada y ahora tenia a mi cargo a dos peces y lo que era peor aun, el cuidado y mantenimiento de dos peceras. Confieso que no dormí la primera noche, pensando en como le iba a hacer y ¿si se me morían?, ¿si se me olvidaba darles de comer? y si mejor no convivía con ellos, no me fuera a encariñar y luego sería ridículo llorar por la muerte de dos pecesitos.

Carlota y Fabio han seguido viajando conmigo, ya no me puedo despegar de ellos, de hecho están a escasos metros de mi, mientras escribo y siento se me quedan viendo fijamente como con ojitos de “No se te vaya a ocurrir hacernos públicos”, mientras me volteo de tal manera que no pueda ver como se me quedan viendo, para contarles esta breve anécdota de cómo dos seres acuáticos de menos de diez centímetros, llegaron a mi vida con la brújula de la responsabilidad en su pecera y a mi no me quedó de otra mas que seguir las coordenadas de la brújula, responsabilizándome de mis actos, porque at some point a mis treinta años, debo de asumir que estoy madurando.

Escrito 4: Walking on a dream. Serie: Los Huevos del Perro, una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.


Escrito 4: Walking on a dream. 
Serie:Los Huevos del Perro, una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes. 

How can i explain?: No había tenido el tiempo de sentarme con la responsabilidad y prudencia adecuada a escribir mi primera colaboración para “Solo Opiniones”. We are always running for the thrill of it: pero esta colaboración tiene semanas rondando por mi mente, desde el primer momento, supe que quería hablar de todo aquello que acontece en el ser humano para dar pie a acciones diferenciadoras, retratando todas aquellas pasiones privadas que se desenvuelven en lugares públicos mediante manifestaciones artísticas o de repercusión de algún índole político, económico o con algún tipo de relevancia.

Una vez que definí el rumbo de la columna empecé buscando la primera historia, me pareció oportuno ir en busca de artistas que viven y experimentan esta catarsis, plasmándola en obras de arte y justo en ese momento la solución era una reseña en cuanto al artista contemporáneo, tomando como punto de partida zona Maco.

Días después cambió la inquietud, ¿para qué retratar a artistas, quienes tienen bien encaminado su proceso creativo, si existen historias que aun no encuentran su fuga? 


El tema, “Familias en autodestrucción”, sonaba ideal, tomando como referencia una situación muy cercana y personal, donde la avaricia por el dinero lleva al ser humano a cometer acciones insospechadas, pero había algo que me hacia detenerme presintiendo que no iba por ahí el asunto.

Always pushing up the hill searching for the thrill of it: Mi corazón me decía sigue buscando, pasiones privadas, existen, lo anterior ya esta muy comentado, observa con detenimiento y ve las pasiones que atañen a las personas, puedes tener una buena idea, pero no es la dirección adecuada para que el lector se enganche y sobre todo sea un tema inédito. 


On and on and on we are calling out and out again: Fue así como hasta hoy, domingo 2 de mayo, a las 7:24 PM, escuchando la canción “Walking on a dream” de Empire of the sun, con un documento de Word en blanco, sin saber cómo enfrentarme al teclado, teniendo todo y a la vez nada que decir, decidí que si mi corazón no ha dejado que establezca la dirección correcta de esta columna semanal, cambiándome siempre el tema o línea editorial al cual me quiero dirigir, probablemente es porque debía prestarle atención.

Si me está moleste y moleste, es porque tal vez deba hablarles del corazón de una escritora que día a día esta viendo la forma de combatir con mil monstruos para poder reflejar en sus letras sus pasiones mas ocultas.

Hoy, estoy aquí hablándoles desde lo mas profundo de mi corazón, haciendo públicos mis miedos, tratándome de entender, para que por ende me entiendas, para que veas y comprendas que hay detrás de la ola de tweets de la que soy presa para liberar tensiones y emociones, de lo que pasa cuando escribo, cuando amo, de la capacidad que tengo de crear relaciones poco comunes,¿dónde acumulo tanto dolor cuando ya no se donde acomodarlo?, de esta especie de mujeres decididas de las que formo parte, que es una especie de mujeres en extinción, de cuando me convierto en humana y dejo a un lado la frialdad para convertirme en cálida y soy presa de la tristeza, de las mil y una veces en las que cuestiono mis decisiones, llegando al punto de volverme loca y ¿cómo encuentro la forma?


Porque mi parte emocional, luego ¿quién me la defiende? y dónde, sí, dónde encontraré a ese hombre que no es solo para una noche, sino para formar una familia. Mi familia.

6 de mayo de 2010

Escrito 3: La Sirenita, ¿cabaña o castillo? Serie: Los Huevos del Perro, una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes.





Escrito 3: La Sirenita, ¿cabaña o castillo?
Serie: 
Los Huevos del Perro, una exploración incisiva sobre el divorcio y otros temas irrelevantes. 

Sufrir es doloroso y no lo digo por que me encante poner sal en la herida de La Sirenita, sino porque hay veces en que las historias por mas que queramos que inmediatamente tengan un semi final feliz o qué mejor, un final feliz con príncipe azul, castillo y carruaje a la puerta, lo que sucede es diferente, pues nos encontramos paradas en el medio, volteamos a ver a un lado y vemos al príncipe y al castillo a lo lejos, volteamos del otro lado y vemos una cabaña sacando humo de la chimenea bajo un paisaje sombrío y aburrido, de la cual acabamos de salir corriendo.



¿Qué sucede cuando estamos justo en el medio?, en el momento de tomar la decisión de correr hacia el príncipe y dormir como princesa en el castillo o regresar a la cabaña bajo el paisaje sombrío a dormir en la misma cama de siempre. 


En el medio, en el momento de la decisión, es cuanto todo pasa, cuando ocurren las historias y sobre todo es cuando el dolor nos jala hacia la cabaña y nos llena de temor hacia el castillo.

Sufrir es doloroso, más, cuando te sientes sola y no sabes lidiar con la soledad. 


La Sirenita se ha valido del esoterismo yéndose a leer las cartas y escuchando un futuro promisorio digno de envalentonar a cualquiera, ha llorado, ha padecido y ha dudado, ha dudado mucho y en esa duda se está gastando el combustible de energía que le proporcionó el esoterismo.

La separación de La Sirenita era un divorcio definitivo, pero momentos que se convierten en semanas hacen de este proceso una separación y nada más. La Sirenita debe dar un paso hacia delante, ¿pero de dónde saca las fuerzas?, ¿de dónde se agarra si económicamente no esta estable?, ¿de dónde se dice a si misma, volverás a ser feliz si ahorita todo es gris y el panorama es peor que incierto?, ¿de dónde adquiere la seguridad para decir, voy a volver a enamorarme?.

¿Cuáles son los secretos de las despedidas?, ¿de dónde se adquiere esa fuerza para cargar el combustible, no para dar un paso, sino para correr hacia la solución? La solución sin duda es el divorcio, la separación es el problema, es vivir en una cuerda floja que poco a poco va perdiendo la tensión y corre el riesgo de romperse brutalmente.

La Sirenita está separada y se pregunta: ¿regreso a mi matrimonio o me divorcio? 


Una interrogante que advierte millones de respuestas dependiendo de donde la queramos ver. La sirenita es la única que puede responder ante esta separación ya que sufrir es doloroso. Una separación es sufrimiento y es muy arriegado vivir sostenida de esa cuerda floja, porque mientras menos valor se tiene, menos fuerzas nos quedan y entre menos fuerzas tengamos, ¿de qué nos podemos valer para salir adelante?

Sirenita solo tengo una pregunta para ti: ¿Cabaña o Castillo?